jueves, 10 de agosto de 2023

Entrevista a Luciana Aymar, la Número 1

Una leyenda que nació en Rosario

 


Por Miguel Carrillo Bascary

Comenzando

Escribir sobre Luciana es como hacerlo sobre Messi, su trayectoria excede de todo calificativo tanto en lo deportivo como en lo humano. Pareciera que todo está dicho, pero siempre es posible agregar algo más.

Tuve el privilegio de reportear a Lucha cuando integré el equipo de especialistas que elaboró el libro “El Jockey Club de Rosario, nuestra historia[1]”. Se trata de una publicación no comercial, dedicada a los asociados de la institución, por lo que considero válido dar a conocer el pensamiento íntimo de Lucha sobre algunos aspectos poco conocidos de su experiencia vital. 

Quienes alguna vez tuvieron un palo de Hockey sobre césped en sus manos y decenas de miles de aquellos que apenas conocen del juego, conocen a “Lucha”, la indiscutida.

Nació en Rosario (Argentina), el 10 de agosto de 1977. Sus primeros contactos con la bocha los concretó en su ciudad natal, jugando para el Club Atlético Fisherton desde sus 7 años, pero poco después pasó al Jockey Club de Rosario donde maduró su formación, al que entró a jugar cuando tenía trece años.

Después siguieron años de esfuerzos, de superación personal, de crecimiento y madurez, con enormes éxitos y también amargos fracasos que la forjaron en el fuego de la competencia de alto rendimiento. 

Sus números

Como síntesis vale la pena detenerse en algunos datos como que fue ocho veces destacada como la “mejor jugadora del mundo” (2001, 2004, 2005, 2013 y en cuatro consecutivas de 2007 a 2010).

Fue capitana de la Selección Argentina de Hockey (“Las Leonas”) entre 2009 y 2014. En este combinado revistó por 16 años y con el mismo se consagró campeona del mundo en el 2002 y 2010.

Obtuvo dos medallas olímpicas de plata (2000 y 2012) y dos de bronce (2004 y 2018). Otras tres, de oro, en los “Juegos Panamericanos” de 1999, 2003 y 2007.

También triunfó seis veces en el “Champions Trophy” (2001, 2008, 2009, 2010, 2012 y 2014) y fue elegida como “mejor jugadora del torneo” en decenas de competiciones internacionales.

Por estos méritos, la Federación Internacional de Hockey la declaró “leyenda del hockey”, en el año 2008.

Luciana tuvo el orgullo de ser abanderada de la delegación argentina en los “Juegos Panamericanos” de Río de Janeiro (2007) y en los "Juegos Olímpicos" de Londres (2012)

Se retiró el 7 de diciembre de 2014 a los treinta y siete años, cuando conquistó su sexto “Champions Trophy”; repitiendo sus logros de 2001, 2008, 2009, 2010 y 2012.

Su club, el Jockey de Rosario la distinguió seis veces como la “mejor deportista de la entidad” (1998 y del 2000 al 2004). 

Sus respuestas

¿Qué sentiste cuando entraste por primera vez al Jockey Club de Rosario?

Lucha: Se me hizo muy difícil. En ese momento también estaba cambiando de colegio y sentía melancolía por alejarme de mis amigas, de mi anterior club y de mi escuela. También siento que, antes de entrar al Club, hubo un prejuicio de mi parte porque pensaba que no iba a tener aceptación y por haber tantas jugadoras y entrenadoras, no me iban a tener en cuenta. De mi parte soy consciente, y siempre me lo recriminan mis amigas del Jockey, que no tenía una buena predisposición para integrarme, ni tampoco, para asumir las responsabilidades del grupo. Lamento esos prejuicios que me llevaban a alejarme, en vez de buscar amistades. Fue todo lo contrario desde el momento que entré al Club. Tanto los entrenadores como muchas compañeras, que en la actualidad son mis grandes amigas y con las cuales compartimos muchos años de cancha y muchos torneos, intentaban permanentemente integrarme para que me sintiera cómoda. A medida que pasó el tiempo la insistencia de mis compañeras y la estrategia de mis entrenadores ganó; de a poco me fui integrado, haciendo buenas amigas y disfrutando el deporte que tanto amaba.

También me sentía un poco intimidada por la inmensidad del Club, por todas sus instalaciones, la enormidad de sus parques que me transportaban a un lugar mágico, con sus árboles y su verde. No podía creer que un Club tuviera tantas piletas y que uno pudiera disfrutar de todas. Creo que hasta el día de hoy esa intimidación no se me fue, sigo sintiendo que es el Club más lindo que conocí y me sigue intimidando. Disfruto de sus espacios verdes, de sus árboles, sus instalaciones, sus piletas y de ver como los chicos disfrutan de todo eso. 

¿Qué le aportó el paso por el Jockey Club a tu Carrera?

Lucha: Apenas ingresé al Club, al poco tiempo de haber jugado algunos partidos, me citaron para la Selección Argentina. Otro desafío más, recién estaba sintiendo que me estaba integrando al Club y a un colegio nuevo con nuevas compañeras, y ahora debía enfrentar el duelo de tener que ir a entrenar con otras chicas. Nada fácil para mi forma de ser introvertida. Pero con el empujón de mis padres, la confianza y el apoyo de mis compañeras y entrenadores del Club, tuve el coraje de aceptar y de empezar a viajar. Soy bien consciente que el Jockey fue el conducto para poder llegar a mi primera convocatoria a la Selección.

En el Club me entrenaron con disciplina y eso genera respeto. Mejoré mi juego colectivo y mis actitudes dentro del campo. Con el tiempo, cuando los viajes se hicieron cada vez más frecuentes, el Club también ayudó en lo económico, con los pasajes para el colectivo. En lo económico quizás puede ser algo insignificante para el Club, pero lo importante es el gesto que tuvieron para con una jugadora que venía de otro y que estaba dando sus primeros pasos en la Selección.

Con el correr del tiempo, una vez que habían transcurrido varios años en la Selección, teniendo la cancha de sintético que tantos años nos había costado, muchos integrantes del Club (jugadoras, gente de la Subcomisión de Hockey, el presidente de entonces, y los fanáticos del Hockey) empezaron a hacer todo lo posible para que “las Leonas” jugáramos partidos internaciones en esa cancha, una de las más lindas de Argentina. Por supuesto, fue un sueño que se hizo realidad “Las Leonas” de ese momento estaban anonadadas con el Club y con la amabilidad y respeto con que se las recibía. No solo pudimos concretar un partido internacional, jugamos el “Cuatro Naciones” y hasta el “Champions Trophy”. Soy una agradecida por haber tenido esa oportunidad de jugar en mi Club con la Selección, recuerdos que son inolvidables. Soy consciente de todo el esfuerzo que se hizo para lograrlo, también me da mucho orgullo como deportista, haber conseguido que un Club se movilice tanto para lograr todas esas metas. Eso generó mucho entusiasmo para todos los jugadores de Hockey e incentivó a muchas chicas y chicos para comenzar en este deporte. 

¿Puedes nombrar alguien que conociste en el Jockey que recuerdes con especial cariño?

Lucha: La verdad es que tengo muchas personas que recuerdo con especial cariño, la mayoría las veo o tengo contacto vía online, cuando tengo oportunidad: compañeras, entrenadores, preparadores físicos, dirigentes, jugadoras que siempre me dieron la oportunidad de entrenar con ellas. Todos tuvieron incidencia en mi carrera, cada uno desde su lugar ayudando para que el hockey creciera y para que en mi caso pudiera cumplir mis sueños como jugadora de la Selección. No puedo dejar de mencionar a Jorge Trevisán, que ya hace tres años que no está con nosotros. Lo recuerdo como un entrenador estricto, disciplinado y con mucho amor por su trabajo, buscaba la perfección en sus equipos y para mí fue una persona muy especial, a la cual admiré, aprendí de ella y respeté mucho. 

¿Qué sentís cuando volvés al Jockey Club?

Lucha: Es una mezcla de sensaciones. Sé que es una frase armada, pero es la realidad. Cada vez que entro me genera un poco de nostalgia, quizás porque no estoy viviendo en el país y voy muy pocas veces, pero siempre trato de darme una vuelta por todo el Club; ver las cosas que se hicieron nuevas; disfruto de su verde y de sus árboles; de ver a la gente, tanto grande como chicos, disfrutar de cada lugar. Por supuesto, siempre termino en mi querido Jockey disfrutando del partido que se esté jugando en el momento y tomando algo con mis amigas. Ir al Club me genera recuerdos muy lindos, y siempre me pregunto por qué no volver a jugar con ese grupo alocado de amigas que siguen en actividad y disfrutando del estar juntas nada más. 

¿Cuál fue tu mejor partido en las canchas del Jockey?

Lucha: Hubo muchos partidos muy lindos, sería muy difícil de elegir uno en particular. Tuve partidos increíbles en esa cancha, tanto con la camiseta del Club como con la de la Selección. Ganamos una “Champions Trophy” en esa cancha, cuando se retiraban “Cacho” Vigil y Vanina Onetto. Recuerdo mi primer partido internacional con la camiseta argentina jugado en esa cancha contra Sudáfrica. Fue muy emocionante por lo que significó y porque pude brindar un lindo espectáculo para mi gente.

Recuerdo también un partido cuando con las chicas ganamos la “Liga Argentina”, que disputamos contra “Ciudad de Buenos Aires” y terminamos con festejos en la cancha y muchas banderas que habíamos armado previamente. Ganamos el campeonato 2002 disputando el último partido del torneo contra Old Resian en esa cancha, que hoy tengo el placer que lleve mi nombre. Me siento honrada porque me generaba mucha felicidad al entrar, en la cual pude hacer grandes amigas y competir con jugadoras extraordinarias. El Club me dio muchas satisfacciones. 

¿Si vivieras en Rosario en qué deporte inscribirías a tus hijos?

Lucha: En principio no dudaría: en Hockey y Tenis, porque son los deportes de sus padres, pero siempre estaría atenta en ver y escuchar las necesidades de mis hijos. Si ellos en algún instante se interesan en practicar cualquier otro deporte, no dudaría en llevarlos.

 

 


[1] Autores: Sebastián Alonso, Ricardo Miranda y Miguel Carrillo Bascary. Rosario. 2022.   672 pág. ISBN 978-987-4-6

Un nuevo proyecto

Una  renovada etapa

 

 

En este Blog compartiré temas de Historia de mi particular interés y volcaré experiencias y sensaciones que por una cuestión de su temática no son afines a las notas que habitualmente vuelco en www.banderasargentinas.blogspot.com, que se enfoca fundamentalmente a la Vexilología, el Ceremonial, el Protocolo, la historia de las banderas y otros símbolos.

 

Esto justifica la imagen con que se abre, que muestra un paisaje luminoso, vital y al mismo tiempo de innegable perspectiva temporal.

 

Sirvan estas breves palabras de presentación de este nuevo proyecto

 

Un cordial saludo para todos los lectores.

 

Miguel Carrillo Bascary

Dos escudos en pugna- Argentina, 1900

  Cuando la puja impide   Escudo nacional argentino: Diseños "A" y "B" (1900) Por  Miguel Carrillo Bascary   Es sabido q...