El hombre detrás de la hazaña
Un amigo, Roberto, me hizo llegar el texto que trascribo, lo tomó del muro de “Granaderos Bicentenario”, página oficial de la "Asociación de Granaderos Reservistas de la República Argentina". Me pareció muy bueno por eso lo trascribo sumándole otra información que considero de interés. Te pido que lo leas, te va a gustar, te va a emocionar.
EL JINETE
Sargento Mayor Manuel de Escalada,
Granadero...
Luego de la Batalla de Chacabuco, del
12 de febrero de 1817, cabalgó durante 14 días, a toda carrera, trayendo el
Parte de la Victoria de la Batalla y una bandera capturada a los realistas,
hacia Buenos Aires.
Cruzó los Andes y medio país en esos
catorce días, un verdadero récord para la época....
Fue recibido con algarabía por el
pueblo de la ciudad. Descansó sólo un par de días, ensilló, y volvió en veloz
carrera otra vez a su puesto de batalla del otro lado de la Cordillera.
Cuando fue el triunfo de Maypo, volvió
a traer el Parte de la Victoria a Buenos Aires. Pero ahí batió su propio
récord: ¡¡¡Lo hizo en 12 días!!!!
Para ésta época, hace 202 años, el
Sargento Mayor estaba cabalgando nuestras pampas. Si ves algún jinete en veloz
carrera, tal vez sea el fantasma de Don Manuel Escalada, recreando su proeza.
Tiempos en los que cualquier
sacrificio, si era por la Patria, se hacía sin dudar.
No tenemos la más mínima idea de lo
que esos tiempos de carrera a campo traviesa significaba ya que para hacer ese
tiempo en esos años, por esas épocas se debía realizar fuera de las huellas que
las carreras, diligencias, carros dejaban a modo de precario camino (los que
hoy son nuestras rutas en muchos casos)
No... no amigos, no tenemos la más
mínima idea.
La noche era enemiga también.
Imaginemos la situación. Los malones. Los
animales.
Debía engrasar las espuelas para que
no brillaran con la luna.
Hacer el menor fuego posible y buscar
el mejor camino, el más rápido y seguro.
Es por eso, el Sargento Mayor en la
segunda pudo hacerlo en tres días menos al haber delineado un camino más rápido
evitando retrasos que lo demoraron la primera vez.
No tenemos idea de esas epopeyas
particulares.
A veces con dos caballos, si sabían
que no tendrían postas.
A veces con uno sólo, jugándose el
pellejo por el peligro que se le empacara de manos de cansado el caballo
dándose por jugado y muerto. [No
olvidemos las vizcacheras]
Montura liviana, vestimenta liviana, armas,
las indispensables.
Comida, vianda de Ejército de Los
Andes (genial elemento nutritivo y portable).
Nadie puede imaginar esas travesías.
Llevaban consigo un juego para herrar
básico.
A la noche se le vendaban los ojos al
caballo en algunas partes ya que se espantaban fácilmente a pesar que eran
caballos acostumbrados a los estrépitos, ruidos, explosiones, gritos de la
batalla la calma de la noche y sus ruidos los ponían nerviosos.
(El General San Martín promovía, en
momentos de esparcimiento de la tropa las competencias y la doma con la
caballada para ponerlos a prueba a éstos animales, incluso las mulas y asnos
también participaban, para que estuvieran ambientados al bullicio similar al de
batalla)
Podría extenderme.
Realmente éstos héroes no fueron
reconocidos ni valorados, los que como el Sargento Mayor Escalada pueden ser
nombrados, como aquellos que no lograron su cometido muriendo en el intento.
No, no sabemos lo que eran esos
tiempos y esas travesías.
Bueno, por éstos héroes también somos
un país.
Estamos orgullosos de nuestros héroes.
Nosotros somos los antepasados de los
que vendrán en el futuro, no creo que podamos empardar a nuestros héroes
legendarios aquellos de tantas epopeyas.
Pero, ¿quién era este Jinete?
Fue hermano de Remedios, la esposa de San Martín y por lo tanto su cuñado. También era hermano de Mariano Escalada (otro gran guerrero de la Independencia) y primo del Arzobispo de Buenos Aires, Mariano José de Escalada, provenía de una gran familia porteña. La fortuna familiar le aseguraba un buen pasar, pero se enroló en los Granaderos, toda su vida comprometió al tomar las armas en su mano.
Junto a San Martín combatió en San Lorenzo, participó en la Tercera Campaña al Alto Perú y mandó la retaguardia del ejército patriota luego de la derrota de Sipe-Sipe. Colaboró en la creación del Ejército de los Andes, traspasó la Cordillera. En Chile, además de Chacabuco y Maipú peleó en Talcahuano y Cancha Rayada. Aunque luego de la liberación del poder español pudo haberse dedicado a cultivar su patrimonio participó en la guerra con el Brasil y en otras luchas por la organización nacional.
Una aclaración necesaria, tanto la noticia del triunfo en Chacabuco como
en Maipú eran de trascendental y obvia importancia en el contexto de los
hechos. Por eso San Martín debió buscar alguien de su plena confianza para llevar tamaña información a Bs. Aires. Hoy
diríamos que buscaba acreditar que no se trataba de una fake news.
Esta fue la razón que lo
llevó a elegir a su cuñado, que por entonces revistaba con el grado de “sargento mayor” es decir, un rango menos
que el de teniente coronel, de manera que tenía capacidad para llegar a conducir
una unidad de combate.
Ya de avanzada edad fue designado general en 1857 y marchó a
campaña en la frontera. Convencido de que
era posible la convivencia entre indios
y cristianos, como se los denominaba por entonces, donó al cacique Catriel
una gran cantidad de tierras para que se afincara en la zona de Azul (prov. de
Bs. Aires). También rescató numerosas cautivas de diversas tolderías.
Estableció una escuela.
En rápida síntesis, este fue “El Jinete”, este fue el
hombre cuyo nombre es leyenda. Mantengamos
viva su hazaña. Por favor, compartí esta humilde nota. Será Justicia.
M.C.B.
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