domingo, 9 de junio de 2024

Dos escudos en pugna- Argentina, 1900

 Cuando la puja impide

 

Escudo nacional argentino: Diseños "A" y "B" (1900)

Por Miguel Carrillo Bascary 

Es sabido que el Escudo nacional de Argentina se originó en el sello que empleó la Asamblea General Constituyente reunida en 1813. Con los años su diseño fue variando al arbitrio de quienes lo reprodujeron en frontis, sellos, estampillas e innumerables otros objetos.

Fue en el año 1900 que se intentó uniformar sus características. Así, el multifacético ministro del Interior, Estanislao Zeballos[1], publicó un libro que analizó la temática bajo el título “El escudo y los colores nacionales[2]”, que es todo un clásico.

Allí propuso el diseño “A” que se muestra en primer lugar. Desde su cartera intentó imponerlo en los usos oficiales, pero encontró como impensado obstáculo el criterio que se instaló desde el Consejo General de Educación presidido por José María Gutiérrez, modelo “B”. Así en el órgano oficial de esta entidad, el “Monitor de la Educación Común”, Nº328 de junio de 1900[3], mostró en su portada y a todo color (lo cual no era habitual) la imagen del blasón que promovía.

Como vemos las diferencias son notables. Dejo para algún investigador curioso verificar si existía alguna animadversión entre los funcionarios, ya que llama la atención que ambos modelos hayan surgido en forma concomitante.

Respecto del modelo “B” no he podido determinar su origen, pero vale señalar que “El Monitor” establecía las pautas de gestión del potente sistema educativo de aquel momento, por lo que la propuesta tuvo gran difusión.

Esta puja de estilos nunca se definió. La oposición planteada desaconsejó imponer un modelo sobre el otro, cada uno se difundió en el área de influencia de quienes los propugnaban. Con el tiempo estos funcionarios dieron lugar a otros y la cuestión continuó sin resolución, dando cabida a nuevas versiones.

Debió esperarse hasta 1944 en que el Decreto Nº10.302 fijó el modelo patrón que rige hasta la fecha, muy a despecho de que en los últimos veinte años se empleen otros diseños que se apartan del consagrado en aquella norma.

Yrurtia y su poco conocido monumento a la Bandera

 Una bandera que no es bandera

Monumento a la Bandera (Yrurtia -1928)

Por Miguel Carrillo Bascary

En el año 1928 se abrió un concurso de anteproyectos para testimoniar el homenaje del pueblo argentino a su Bandera. Pocos años antes se había truncado el que se confió a Lola Mora y la presión de la opinión pública demandaba cumplir con la promesa implicada. es aquí el espacio para abundar sobre este intento que finalmente se frustró cuando se declaró desierta la compulsa.

Recién en 1939 tendrá lugar otro certamen al que coronó el éxito, y cuyo anteproyecto triunfante derivó en el grandioso Monumento Nacional a la Bandera que se inauguró el 20 de junio de 1957.

Hoy es el caso de traer a la memoria el proyecto que presentó Rogelio Yrurtia (1879 –1950), el muy notable escultor argentino.


Consiste esencialmente en diversos volúmenes cuadrangulares que dan base a una inmensa columna conformada por sucesivos planos, sobre la que se yergue la figura de una mujer (la República Argentina) que sostiene un vexilo con forma de estilizado pendón, (ver destaque en la imagen que abre esta nota), que intentaría representar a la Bandera nacional, aunque de hecho la sustituiría. Una paradoja que, al menos desde mi punto de vista, era causa para descalificar la propuesta.

La alegoría y la enseña debieron ser de bronce, mientras que el basamento se preveía en cemento martelinado o recubierto de mármol travertino. En su interior debió existir una cripta alegórica, con dos accesos guarnecidos por grandes puertas de bronce. Leones colosales echados, enmarcaban al conjunto. En su integralidad la obra debió alcanzar los 125 metros.

Detalle

Como no escapará al ojo medianamente observador, la propuesta de Yrurtia recuerda inevitablemente a la columna que honra al almirante Horacio Nelson emplazada en la plaza de Trafalgar (Londres), obra de Charles Barry (1795-1860) que se erigió en 1844. Es de granito y alcanza los 45 metros de altura.


Entre los que conocen la historia del Monumento Nacional a la Bandera se sostiene que el concebido por Yrurtia gozó de las preferencias del entonces presidente de la Nación, Marcelo T. de Alvear. Si este favoritismo no es verdadero, pudo ser probable.

Los que recorren Buenos Aires pueden apreciar otras dos colosales obras de Yrurtia, el Mausoleo de Bernardino Rivadavia (1932) y la compleja alegoría “Canto al Trabajo” (1907).

Mausoleo, vista general
 
Una de sus caras 

El "Canto al Trabajo"

Día de la Bandera, 1957 -Testimonios gráficos

 Trascender, en tinta de diario

 

Por Miguel Carrillo Bascary 

En la ciudad de Rosario (Argentina), el 20 de junio de 1957 se inauguró el ansiado Monumento Nacional a la Bandera destinado a perpetuar que en ese mismo lugar se izó por primera vez. Culminaba así un complejo proceso que implicó a cuatro generaciones de rosarinos


Quienes no sean argentinos podrán recabar información sobre este grandioso memorial patriótico en: https://www.monumentoalabandera.gob.ar/ 

A propósito del acontecimiento quiero compartirles una serie de imágenes que evidencian las adhesiones de diversas instituciones y empresas que operaban en aquellos años. Se extrajeron de las páginas del principal diario de la ciudad, “La Capital”. La excepción radica en algún otro y en los afiches oficiales que elaboró la Comisión Ejecutiva encargada de la organizar los actos, son los que abren esta publicación.

Solo muestro una selección de aquellos testimonios que contienen viñetas, no sin señalar que abundaban numerosísimas otras participaciones de caracteres más modestos. La mayoría son monocromas, pero hay una que incorpora el celeste, en “un alarde” de compromiso técnico, cuya calidad hoy no satisface pero que por entonces habrá resultado aceptable y muy llamativa.

Por supuesto que los conceptos de marketing no coincide con los actuales. La valoración sobre la creatividad de los publicistas es un aspecto que definirá la subjetividad de los lectores.

Parece haber existido un deseo común de los comitentes, “quedar en la Historia”, asociándose al magno acontecimiento mediante la figurancia en los diarios. De alguna manera, esta modesta nota da cumplimiento a esa esperanza. Aquella Argentina de 1957 alentaba el optimismo de la expectativa empresarial.

Circunstancio las imágenes para su mejor apreciación.

Quizás la calidad fotográfica pudo ser mejor, pero las condiciones en que fueron tomadas distaban de ser las ideales, además los folios estaban encuadernados, lo que impidió desplegarlos adecuadamente. Sabrán disculparme.


Toda una página tomó la petrolífera Yacimientos Petrolíferos Fiscales, una de las mayores empresas estatales. Como cuadra a esta caracterización YPF pagó una página completa y sus creativos apelaron a un gran dinamismo en la viñeta que pretende imponerse a las rígidas formas del Monumento. El texto identifica las torres petroleras con mástiles para la Bandera. Una apelación directa al nacionalismo.

 

 La Insignia de Oro”, empresa de capital local comercializaba electrodomésticos Phillips habilitando amplios planes de financiación para empleados y trabajadores. Sus creativos quisieron dotar a la viñeta de una impronta heoica, como la que expresaba la famosísima foto en que varios marines norteamericanos clavan su bandera en lo alto del monte Suribachi, en la toma de Iwo Jima durante la II Guerra Mundial (19 de febrero de 1945). También la empresa matriz se hizo presente


La “Casa Beige” era una gran tienda, muy popular, especializada en confecciones textiles. Cesó su actividad hacia el año 2003. Como originalidad muestra una viñeta del “Negro Falucho”, Antonio Ruiz, héroe popular que se hizo ampliamente conocido a partir del relato de Bartolomé Mitre. El historiador recuerda que Falucho se encontraba de guardia en la fortaleza de “El Callao” (Perú) cuando fue asesinado durante la reacción realista al negarse a rendir la Bandera nacional (6 de febrero de 1824).


La Favorita” era una gran tienda departamental formada por los Hermanos García, oriundos de España, que forjaron esta muy reputada empresa familiar, que actuó en el marcado hasta casi fines del siglo XX. Sus dueños se caracterizaron por su sensibilidad empresarial y por intensas actividades de mecenazgo como forma de intentar devolver a la ciudad lo que recibieron durante el giro de su gestión comercial.


La Buena Vista” se trataba de otra gran tienda departamental, propiedad de la firma “Benzadon, Benmuyal y Cía.”, de clientela mucho más popular que anterior. El concepto y los textos de ambos avisos son el mismo, solo varía la viñeta. La segunda imagen se publicó en el periódico “La Tribna”.


La arteria a la que se alude el testimonio de la “Asociación Amigos de Calle Córdoba” es la principal arteria comercial de la ciudad. La leyenda superior se explica en que corre paralela al Monumento a la Bandera, desde su confluencia con la avenida Belgrano.

Sobria y formal adhesión de “Agar Cross”, empresa de maquinaria agrícola y agroquímicos, su adhesión destaca por su carácter netamente institucional.

El “Café Sorocabana” era un popularísimo ámbito ubicado sobre la calle Córdoba. La delicia de sus preparados aún hoy es proverbial. Expendía la bebida al paso, para lo que se utilizaba un gran mostrador central de forma oval, donde los parroquianos se acercaban para consumir; la marca también vendía café molido para consumo domiciliario. Se estableció en Rosario durante la década de 1940.


La tienda “Rose Marie” se caracterizaba por la venta de telas al por menor y sus confecciones, que incluían el pret a porter. Su viñeta presume de una elitista elegancia, de la que las malas lenguas desmentían.


Por su parte el “Club Provincial”, que había nacido al deporte en 1903, transformó su adhesión a la fiesta en una publicidad de la reunión social celebratoria de la ocasión. Menciona a las orquestas protagonistas y que su difusión se realizaría a través de la broadcasting local LT 3 “Radio Cerealista”, una práctica muy popular en la época.


Caso similar es el de la firma “Pesado Castro” dedicada a los artefactos del hogar, en donde el comercial incorpora una viñeta relativa al “Día de la Bandera”. Observar la ingenua “distinción” implicada en el atuendo de la dama que contrasta con la oferta de cocinas y calefones. Los orígenes de la empresa se registran en la ciudad de San Juan a fines del año 1920, operando la representación de los automotores Overland y Willys. Desde 1934 se desarrolló como concesionaria General Motors y en los años ’50 amplió su giro comercial hacia otros rubros. Aún hoy mantiene su local en la ciudad de Rosario, en la calle Mitre, es concesionaria VW.


Muy moderno y sobrio es la participación de “Café Onkel”, afamada distribuidora del mercado local. Tuvo su sede en Rosario y operó desde 1904.


Por supuesto que el “Banco Nación Argentina”, principal entidad financiera de plaza no podía estar ausente. Lo curioso es que ocupó un espacio muy modesto que contrasta con el enorme volumen comercial de la entidad.


Di Marco y Cia”, otra empresa local apeló a plasmar la correspondencia entre la Torre del Monumento con las chimeneas de su planta, realzando una de las más clásicas poesías dedicadas al símbolo nacional, debida a la pluma de Joaquín V. González.


Simple y directa resulta la adhesión de la “Cooperativa de Horticultores y Fruticultores de Rosario”, en donde destaca “La República” que porta un ramo de flores, al par que muestra una canasta con productos de huerta, todo esto resultaba muy adecuado.


Las pastillas “Renomé” eran otro producto muy difundido, marca de la empresa fundada en Bs. Aires (1914) por Darío Rodríguez de la Fuente (D.R.F.) Sus cre4ativos apelaron a la imagen de la “Patria Abanderada”, la escultura que corona la imaginaria proa del Monumento a la Bandera, se veía realzada por una gran escarapela nacional. Visualmente impacta en su concepto gráfico.

Finalmente les presento la imagen elegida por la productora de “Café La Virginia”, con el perfil del Monumento resaltado por una bandera y una corona triunfal. Actualmente continúa su giro comercial, con una amplia y diversificada producción, aquilatada por el compromiso empresarial con la cultura y la identidad de la ciudad desde su formación en Rosario, en 1915.

Belgrano, de lemas y acuñaciones

 Patria y Libertad, sinónimos

La pieza en poder del Museo del Banco Central

Por Miguel Carrillo Bascary

Es bien conocida la profunda religiosidad del general Manuel Belgrano, la demostró en numerosos actos de su vida pública. Más allá de la faceta íntima de esta realidad el prócer intentó que fuera un factor aglutinante de las voluntades de aquellos a quienes mandaba con los pueblos de su entorno y que, además, desmintiera que las ideas revolucionarias implicaban una herejía contra la investidura del monarca, como alegaban los realistas.

Para esto apeló a diversos medios, entre los más conocidos se cuenta la designación de Nuestra Señora de la Merced como generala de su ejército, la bendición de la Bandera nacional y la ofrenda de los trofeos de guerra.

Pero también hay otros. Hoy quiero llamar la atención sobre un elemento poco conocido, excepto para quienes cultivan la Numismática. Se trata de la medalla de propaganda, al decir del experto Arnaldo Cunietti-Ferrando[1], que abre esta nota; aunque el Museo Histórico y Numismático del Banco Central de la República Argentina le otorga valor circulante, pese a que no lleva grabado ningún guarismo que lo exprese, porque las marcas de la ceca parecen suficiente argumento para considerarlo una moneda.

Los antecedentes que tengo a la vista en esta breve reseña los proporcionan los amigos Luciano Pezzano[2]; así como los que aportan Mariana y Alejandro Rossi Belgrano[3].

Se acuñó en cospeles de ¼ de real, de 8 mm de diámetro[4]. En una cara obra la leyenda “VIVA /LA RELIG. /LIBERTAD /I, UNION, con una roseta debajo, y en la otra, dos marcas de la ceca potosina y el año, “1813”. 

Las dos caras del ejemplar que perteneció a la colección Cunietti-Ferrando

El texto es muy significativo pues implica una suerte de lema principista, a manera de presentación ideológica de la presencia patriota en el Alto Perú. Mariana y Alejandro Rossi Belgrano consignan que tiene “gran valor histórico pues se han grabado los principios rectores que guiaban al General Belgrano en su lucha por la independencia americana[5].

Veamos, en primer lugar, se menciona a la Religión, lo que para el pensamiento ius naturalista que privaba en la época era la fuente de legitimidad de toda autoridad. Luego se consigna a la Libertad como paradigma del accionar patriota y finalmente consta el concepto de Unión, lo que expresa la compatibilidad de los valores precedentes y que el Ejército Auxiliador no operaba con ánimo de conquista sino para sustentar una realidad conjunta que abarcara a todos los bandos en pugna.

Como marco histórico cabe señalar que, tras su entrada en Potosí el 9 de junio de 1813, donde se hallaba la Casa de Moneda, Belgrano mandó acuñar dos piezas conmemorativas que dedico a los triunfos de Tucumán y Salta[6]. En el canto de ambas consta la leyenda “VIVA LA RELIGION, LA PATRIA Y LAUNION”.

Medalla conmemorativa por la victoria en Tucumán
acuñada en Potosí, año 1813

El análisis conjunto con el lema señalado en el cuartillo ratifica la interpretación que destaco, de tal manera que el término “Libertad” corresponde a “la Patria”, con lo que se establece una relación inescindible entre ambos términos.


[1] CUNIETTI-FERRANDO, Arnaldo, “Las acuñaciones potosinas de los años 1810, 1811 y 1812” en Cuadernos de Numismática y Ciencias Históricas Nº 73, 1990, p. 26.

CUNIETTI-FERRANDO, Arnaldo J.: “Los cuartillos de la ceca de Potosí”. Cuadernos de Numismática y Ciencias Históricas. Nº25. Buenos Aires, 1980. pág.25. Citados por Luciano Pezzano.

[2] PEZZANO, Luciano. Las primeras Monedas Patrias y los orígenes del Escudo Nacional. Centro Filatélico y Numismático de San Francisco. San Francisco (Córdoba).  2015, pp. 34/36, accesible íntegramente desde: http://www.fenyma.org.ar/Pdf/IndiceTrabajo/LAS%20PRIMERAS%20MONEDAS%20PATRIAS%20Y%20LOS%20ORIGENES%20DEL%20ESCUDO%20NACIONAL-Publicado.pdf

[3] ROSSI BELGRANO, Mariana y Alejandro. “Una visita al Museo Histórico y Numismático “Héctor Carlos Janson” (Banco Central), en revista Belgranianos, Nº34, mayo 2023: https://drive.google.com/file/d/1FI52-_FPLSyBKwgZ1JVWZEbVOCy7sfqV/view

[4] Solo se conocen dos ejemplares, el primero estuvo en la colección de Cunietti-Ferrando, pero hoy se considera extraviado, y el segundo obra en el Museo del Banco Central de la Rep. Argentina.

[5] Ob. cit.

[6] Hoy están sumadas a la Tarja de Potosí que le regalaron al prócer las damas de esa ciudad y que en la actualidad se preserva en el Museo Histórico Nacional.

Los Emiliozzi, motores y símbolos – Nota 2

 Seis banderas y cuatro escarapelas

Dante y Torcuato Emiliozzi, flanqueados por las 
banderas que pudieron llevar en sus campañas

Por Miguel Carrillo Bascary

En la Época Medieval los caballeros llevaban túnicas sobre sus armaduras con los colores y emblemas de sus escudos nobiliarios, un accesorio llamado “librea”. Conforme a ellos se elaboraban las banderas con que se distinguían en los torneos y en combate. Con el advenimiento del automovilismo deportivo en Europa, se hizo común que los equipos pintaran sus coches con los emblemas de sus marcas, una práctica se le denominó “librea”, término que aún se emplea en las carreras, aunque en Argentina no sea de uso común.

Según este criterio es factible inferir que los Emiliozzi y su escudería podrían haber utilizado el emblema de los dos círculos y el triángulo que los caracterizaban en forma de banderas.

Considerando el profesionalismo del que hicieron gala durante toda su trayectoria, esto de las banderas que es una tendencia moderna, habría sido un recurso de marketing más que sin dudas hubieran utilizado.

Como un homenaje a esos verdaderos caballeros andantes del automovilismo heroico  y como un ejercicio de Vexilografía[1]me permito fantasear al respecto, lo que permitiría acreditarles las siguientes banderas.

1) La enseña de la marca

La identificación con Ford, marca a la que fueron fieles durante toda su trayectoria, pudo sugerir que la librea y su correspondiente bandera que defendieron los famosos Hermanos fueran las de esta marca. El caso es que la casa de Detroit nunca la adoptó un vexilo oficial. Sí empleó un logo[2], que desde 1927 es un ovalo azul con el nombre de la empresa en blanco, de manera que su eventual vexilo[3] podría representarse así:

Hipotética bandera de Ford

2) La bandera de Olavarría

Otra eventual enseña que habrían podido defender los Emiliozzi durante su campaña es la de su terruño, pero esta no se adoptó sino hasta el 2017[4], por lo que no resulta posible. Igualmente cumplo con representarla:

Bandera del partido[5] de Olavarría

3) La bandera del debut

Podríamos especular también que “Los Gringos” habrían podido correr bajo una bandera que representara a la escudería, la que como vimos fue variando según el color que lucieron en las carrocerías de sus autos. Como en su origen “La Galera” era celeste metalizado en dos tonos, la inexistente bandera de la escudería de Olavarría bien pudo ser esta:

4) La bandera roja

Ya usaban este color en la carrocería, cuando en 1953 obtuvieron su primer triunfo en la carrera de Chacabuco que los consagró, por lo que la eventual bandera habría tenido la forma con que la vemos como cubre radiador en una foto de 1967:

5) La bandera blanca y negra

El patrocinio que le aportó la concesionaria Ford Armando, propiedad del histórico presidente de Boca Jr., Alberto J. Armando (1910-1988), determinó que “La Galera” pasara a llevar sus colores; con lo que, de haber existido, la bandera de la Scudería Emiliozzi debió ser así:

6) La bandera blanca y azul

Más tarde el negro dio paso al azul noche, de manera que el vexilo pudo presentarse de esta forma:

“La Galera” de sus últimos años, hoy en el Museo de Olavarría 

Cuando en 1969 se preparó el Falcon angostado by Baufer, se mantuvo esta combinación cromática:

7)  La bandera azul-grana

La famosa fábrica de planchas, Atma, vio la oportunidad de publicitar sus productos en el auto de los no menos famosos Emiliozzi. Entre las condiciones se fijó que “La Galera” llevara sus colores, el rojo y el azul, la nueva combinación cromática se podría haber plasmado con esta particular bandera:

“La Galera” reconstruida, en el Museo “Hnos. Emiliozzi”

8) La bandera del Halcón

Finalmente, cuando llegó el Halcón[6] lo hizo con el azul noche que caracterizaba a los coches esponsorizados por la Comisión de Concesionarios Ford, resultantes de la elección a la que se vio obligado Pronello en 1969[7]. Como carácter distintivo, el conducido por Dante tuvo el techo y una franja central blancos. En ese entonces la eventual bandera de la Escudería de Olavarría podría haber adoptado la forma que se representa:

Dante y su último coche, adviértase que todavía usaba su casco tradicional

La escarapela de campeón

Hay otro emblema que por cuatro gloriosos años identificó al coche de Olavarría, es la escarapela nacional que como es tradicional corresponde al campeón vigente de Turismo Carretera. Esta se ubica junto al número “1” pintado a fuego en la carrocería. Un verdadero look de distinción, diríamos ahora.

La escarapela nacional, tradicional insignia del campeon de TC 

Quienes siguen al automovilismo internacional recordarán que los equipo que fueron múltiples campeones de Fórmula 1 ornamentan sus coches con tantos emblemas de honor como títulos consiguieron previamente

Si consideramos que los Hermanos Emiliozzi obtuvieron los certámenes de 1962, 1963, 1964 y 1965, es válido que en su “Galera”, que hoy se exhibe restaurada en el Museo Municipal de Olavarría, luzca las cuatro escarapelas que certifican su condición de campeones reiterados. A primera vista sólo se verá una, junto al número, pero si se observan con detalle las aletas laterales, ahí podrán advertirse las cuatro cucardas que obtuvieron. A la derecha aparece el rostro de Dante y en la izquierda, el de Tito.

Omar Rosini[8], quien restauró y mantiene a “La Galera”, informó respecto de la observación previa que publiqué oportunamente en “Turismo de Carretera y Anexo “J”, retro[9]:

Cuando la restauré … Le digo [a Tito] un día –Campeón, ¿me deja poner los cuatro campeonatos y las imágenes de ustedes dos? ¿De qué manera? – respondió. Pongo las cuatro escarapelas y las caras de los dos, porque en ningún lugar de la Galera dice EMILIOZZI”. Así fue y así lucen hoy, con toda justicia. 


Terminando, para algunos esto de las banderas puede ser interesante, a otros les resultarán indiferentes y también habrá a quienes les parezcan un verdadero delirio, de donde quien esto escribe pareciera que estuvo brindando por los inigualables Hermanos Emiliozzi. No es cuestión de polemizar, estas banderas son fantasías que un admirador quiso “regalarles” a Dante y a Torcuato, como un homenaje más a sus trayectorias de vida.

P.S. un agradecimiento especial a las redes del Museo Hnos. Emiliozzi, de donde se tomaron varias fotografías para componer esta nota.

Nota previa: https://banderasargentinas.blogspot.com/2024/01/los-emiliozzi-motores-y-simbolos-nota-1.html


Notas y referencias:

[1] Disciplina que estudia el diseño de banderas y otros vexilos.

[3] Vexilo es el nombre de las primitivas insignias militares del Imperio Romano, del que deriva la Vexilología, disciplina que estudia a las banderas, estandartes, gallardetes y otros emblemas similares.

[5] La provincia de Bs. Aires se divide en partidos que eventualmente agrupan varias ciudades, una de ellas es la cabecera que en este caso da nombre a la jurisdicción, Olavarría.

[6] Se adoptó este nombre por ser la traducción al español de Falcon, nombre con el que se comercializaba este modelo. Pese a que su carrocería es similar a la de su antecesor el sport prototipo Huayra, no deben ser confundidos. El Halcón estaba adaptado al reglamento vigente para el TC. Ambos eran creación del ingeniero  Heriberto Pronello.

[7] Por ser equipo oficial Ford Motors Argentina quiso emplear el blanco con dos rayas azules en el centro, colores nacionales de los Estados Unidos, sin embargo, ya había otros coches en TC que los llevaban, pese al pertinente reclamo que no prosperó, lo que determinó que se adoptara el azul noche que llevó el prototipo construido por Steven (1967) y por los Huayra que presentó Heriberto Pronello en 1969.

Dos escudos en pugna- Argentina, 1900

  Cuando la puja impide   Escudo nacional argentino: Diseños "A" y "B" (1900) Por  Miguel Carrillo Bascary   Es sabido q...